Fue por unanimidad, ahora deberá pasar al Senado. Cambia el límite mínimo permitido de 0,5 a 0 miligramos por litro de sangre, en rutas y caminos provinciales.
La Cámara de Diputados puntana dio media sanción, por unanimidad, a la adhesión a la Ley Nacional de Alcohol Cero. La misma, de ser acompañada en el Senado (donde se tratará para su aprobación completa), establecerá que en rutas y caminos provinciales no estará permitido circular con alcohol en sangre. Actualmente, la tolerancia es de 0,5 miligramos.
La diputada Claudia Pinelli, del bloque Frente Unidad Justicialista, fue la encargada de explicar los pormenores. En principio, la Ley de Alcohol Cero 27.714, es una modificación a la Ley Nacional de Tránsito 24.449, en la que se establece la prohibición de presencia de la sustancia en los conductores.
La adhesión provincial, en resumidas cuentas, traslada esta misma modificación de manera explícita, detallando en el inciso A del artículo 49, que “queda prohibido conducir cualquier tipo de vehículo con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre”. Pinelli también destacó que son 17 jurisdicciones las que ya tienen vigente la prohibición. A su vez, la promulgación de la norma en mayo a nivel país, ya fijó la tolerancia cero en caminos y rutas nacionales.
“Estamos hablando de una ley de cuidado, que busca un tránsito más respetuoso y con menos dolor. La ley que se sancionó en el Congreso de la Nación redujo la tolerancia de 0,5 a 0 miligramos de alcohol. Allí conocimos información relacionada a la incidencia y lo que significa el alcohol en sangre. En uno de cada cuatro accidentes viales hay presencia de alcohol. Y aun siendo en cantidades mínimas, aumenta hasta tres veces la posibilidad de un accidente vial”, apuntó la diputada Gloria Petrino, quien preside el bloque peronista.
La legisladora destacó que de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una persona con la presencia de entre 0,1 a 0,5 miligramos de alcohol en sangre ya produce el aumento en el ritmo cardíaco, la disminución de actividades cerebrales, un comportamiento incoherente y pérdida de inhibiciones. “Cuando se habla de alcohol cero, ayuda a la concientización para el que va a conducir. Más allá del efecto psíquico, físico, tiene un efecto cultural”, destacó.
Todo el arco político se mostró a favor de la propuesta. “Esta norma fue impulsada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y familiares de víctimas, que reclaman en distintas notas sobre la sanción de la ley. Es importante cuidar la vida. La Facultad de Medicina de la UBA y otras instituciones de renombre, marcan que el alcohol cero reduce las consecuencias del alcohol al volante, de accidentes por esta causa. Estamos a favor de la vida”, dijo Mónica Becerra de Unidos por San Luis.
“Nosotros creemos que la diferencia es sustancial entre el consumo de poco alcohol y consumo cero. La gran diferencia es que cuando se consume alcohol es difícil determinar que ese consumo llega al 0,5. Por ahí la persona está convencida de no haber superado el límite, y puede hacerlo. Es establecer un parámetro claro, la única forma de estar dentro de la ley es no tomar alcohol, es un límite terminante, genera conciencia y es lo más importante”, consideró Luis Lucero Guillet, del bloque de la UCR-Juntos por el Cambio.